Artículo de divulgación
Traducir la guerra del pasado. Nuevas actualizaciones de Salustio con el devenir de los siglos
María Fernández Álvarez
Universidad de Huelva
maria.feralv@hotmail.com
maria.fernandez@dfilo.uhu.es
https://orcid.org/0000-0002-9086-0965
1. Introducción. El interés por el conocimiento del pasado
La guerra parece consustancial a la historia de la Humanidad. Muchos son los textos que narran episodios bélicos vinculados a la historia de un personaje o de una región. Conocer cómo se desarrollaron ciertas guerras del pasado, sobre todo cuando han transcurrido siglos, solo es posible a través de los textos escritos. Los acontecimientos históricos traspasan a la escritura a través de la mediación, en primer lugar, del autor (o autores) de la obra y, posteriormente, de diferentes agentes que pueden intervenir en su difusión: editores y traductores, entre otros. El papel histórico de estos roles ha cambiado, como es de esperar, a lo largo de los siglos. Así, frente al principio de respeto autorial que se suele mantener en la actualidad, en otras épocas, como la Edad Media, se buscaba que los lectores comprendieran bien el texto y su contexto. De ahí que fuera común durante el periodo bajomedieval que ciertos traductores incluyeran glosas en el cuerpo del texto sobre aquellos aspectos, debido a las diferencias que median entre el contexto del episodio y el de recepción de la obra, que no eran tan fáciles de dilucidar por los lectores. De este modo, el traductor medieval se tomaba, a veces, ciertas licencias aclaratorias. Son numerosas las obras históricas circunscritas a la Antigüedad clásica que se traducen en la Edad Media (Ruiz Casanova, 2018). El contexto político y social del periodo republicano romano, por ejemplo, se distanciaba notablemente del que se vivía en la Castilla monárquica bajomedieval. Por ello, es de esperar que, cuando se adaptan al romance castellano obras históricas latinas, se buscase ofrecer un texto meta, una traducción, en buena medida comprensible para los receptores. Para ejemplificarlo vamos a ofrecer un caso concreto: las sucesivas traducciones al español de La guerra de Jugurta o Bellum Iugurthinum (ca. 45 a. C.) escrita por Gayo Salustio Crispo.
2. Salustio como narrador de episodios bélicos
Salustio es, probablemente, uno de los historiadores latinos más reconocidos hoy. La fama de este autor nacido en Amiterno en el 86 a. C. procede, principalmente, de la buena recepción de dos obras: La conjura de Catilina y La guerra de Jugurta. La intencionalidad de Salustio fue narrar unos hechos concretos a través de la figura de sus protagonistas para así poder plasmar ciertas pautas de comportamiento y cómo las pasiones individuales pueden afectar al desarrollo de la vida política y militar (Barrasús, 2016: 595; González Rojas, 2013: 15). Pensemos que en los propios títulos otorgados a ambas obras se destaca el nombre de sus protagonistas; no hablamos de “la guerra de Numidia”, territorio donde se desarrolla el conflicto, sino de “la guerra de Jugurta”, personaje que inicia la guerra.
Detalle del mapa de la antigua región de Numidia, donde el rey Jugurta quiso establecer su dominio entre el siglo II y I a. de C. Ilustración de autoría desconocida. Material provisto por la autora. Se reproduce con propósitos educativos y de difusión. Dominio público.
Gracias a los prólogos que elaboró Salustio para sus obras, podemos conocer algunas líneas generales de su pensamiento político, que se forjó, sin duda, a partir de su experiencia personal en el ámbito público. Fue testigo de diversos conflictos políticos de la última (y convulsa) etapa republicana. Su papel de narrador surge cuando percibe la necesidad de exponer aquello que aconteció en un momento y lugar dados. Su propia vivencia le hizo tomar la decisión de escribir sobre lo acontecido para que así la ciudadanía pudiese aprender del pasado y velar por que no se repitiesen los errores cometidos. Según su ideario, la labor del historiador gozaba de utilidad pública (González Rojas, 2013: 15; Villalba, 2020: 62-63). Así, su inquietud por escribir La guerra de Jugurta surgió durante su estancia y mandato en Africa Nova1 (Hinojo, 2017 [1997]: 280-282); durante este periodo, probablemente, se hizo acopio de documentos que recogían información fundamental sobre el conflicto (González Rojas, 2013: 18). La detallada descripción geográfica contenida en la obra, de una tierra hasta entonces poco explorada desde la perspectiva occidental, refleja que su conocimiento sobre el territorio tuvo que ser profundo. Debido a esto, La guerra de Jugurta posee un importante interés geográfico y etnográfico en el contexto de la época: el siglo I a. C., ya que algunos topónimos africanos y nombres de determinadas etnias (como los getulos) formaron parte, por primera vez, de la historiografía latina. En relación con ello, Salustio se convirtió en un modelo historiográfico seguido por otros historiadores posteriores a la hora de describir nuevos territorios apenas mencionados y tratados con anterioridad. A esto se suma la intención de Salustio de impregnar sus obras de originalidad narrativa. Su modo de escribir la historia ha suscitado numerosos debates, ya que en su estilo narrativo se mezclan el yo narrador, la inclusión de discursos emitidos por personajes en estilo directo, rasgo ya presente en la historiografía griega —sobre todo en Tucídides (Miralles Maldonado, 2009: 58-63)—, y la concisión (la conocida como brevitas salustiana). Estas características han provocado que sus obras hayan tenido tanto seguidores, entre los que cabe destacar a Tácito, como detractores a lo largo del tiempo.
3. La guerra de Jugurta
En Bellum Iugurthinum Salustio relata la guerra acontecida en el territorio de Numidia entre los años 112 a. C. a 105 a. C. Sus antecedentes directos se sitúan tras la muerte del rey regente y la posterior sucesión al trono. El enfrentamiento bélico comienza debido a la ambición de Jugurta por ostentar todo el poder y arrebatárselo a su hermanastro Adérbal. La guerra civil desatada exige la intervención diplomática de Roma:
Yo me persuadía, Padres Conscriptos, por averlo oydo dezir de mi padre, que los que avían de conservar vuestra amistad, avían de pasar mucho trabajo, mas que con ella se asseguravan de todo punto contra todos. Lo que pudo hazer nuestra casa fue lo que hizo sirviéndoos en todas vuestras guerras. Ahora esta en vuestra mano hazer que vivamos con paz y quietud (en trad. de Sueyro (1615): 19).
Pese a ello, la acción política romana deja entrever algunas tramas de corrupción entre sus dirigentes ante las ideas propuestas por Jugurta. Tras la lectura de la obra es posible apreciar cómo Salustio esboza un escenario complejo en el que, debido al egoísmo de algunos senadores y a la complicidad de otros, el belicoso rey numidiano logra hacerse con todo el poder y generar una guerra que tiene como consecuencia numerosos fallecidos en todos los bandos. Jugurta es retratado por Salustio como un líder sin piedad, que no escucha las plegarias de su hermanastro.
y con todo esto no se aplacó la codicia de Jugurtha, como el que ya contava por suyo todo aquel reyno, y assi no con correrías, segun solia, sino con un poderoso exercito, que avia juntado, empeço á hazer la guerra, y pretender claramente el Imperio de toda la Numidia, arruinando las villas, por donde passava, talando los campos, y sacando presas, con que animava los suyos y atemorizava los enemigos (Salustio en trad. de Sueyro (1615): 31-32).
4. Las versiones de La guerra de Jurgurta de Salustio al español (ss. XV-XVIII)
Tal y como anunciamos al inicio, es posible conocer los acontecimientos del pasado gracias a la existencia de un testimonio elaborado por un autor (o varios) que decidió dejar por escrito el episodio y, en numerosas ocasiones, a la figura de un traductor (o varios) encargado de adaptar la obra a otra lengua. De este modo, el Bellum Iugurthinum, escrito en latín por Salustio, fue traducido a diversas lenguas romances durante la Edad Media. Sabemos que existió una versión catalana del siglo XIV que pudo servir de fuente a otras obras historiográficas (Lluch, 2004). La primera traducción completa al castellano no llegó hasta el siglo XV cuando un arcediano de Toledo llamado Vasco Ramírez de Guzmán, familiar de Fernán Pérez de Guzmán, al que dedica su romanceamiento, decidió traducir las dos conocidas obras de Salustio. La adaptación al castellano se tuvo que realizar antes de 1438, fecha del fallecimiento de este romanceador, y solo se ha conservado de forma manuscrita (Avenoza y Pérez Pascual, 1995). Conocemos siete testimonios manuscritos que recogen esta traducción custodiados en diferentes bibliotecas españolas. Hasta fecha reciente, esta traducción ha permanecido inédita (Fernández Álvarez, 2023). Los motivos pueden ser variados ya que son numerosas las obras medievales que no han sido editadas todavía, siguiendo criterios filológicos fiables, a pesar de su interés histórico y lingüístico. Pese a ello, y este es el punto que queremos resaltar con este trabajo, las traducciones pueden ser una rica fuente de estudio para observar las interpretaciones que se han ofrecido históricamente de algunos episodios a través de la información contenida en glosas y otros paratextos, como los prólogos y otros anexos explicativos.
Portada de la traducción castellana de Emanuel Sueyro, bajo el título Obras de Cayo Salustio Crispo- Amberes: Juan Keerbergh, 1615. Material provisto por la autora. Dominio público.
Décadas más tarde de la elaboración de la traducción de Ramírez de Guzmán, en 1493 se publica, en la imprenta zaragozana de Pablo Hurus, una nueva versión española de las obras de Salustio preparada por Francisco Vidal de Noya. Sin embargo, esta traducción solo es original en La conjura de Catilina, ya que La guerra de Jugurta que la acompaña no deja de ser una copia, con muy superficiales modificaciones, de la adaptación castellana que preparó en el primer tercio del Cuatrocientos el arcediano de Toledo (Carrera de la Red, 2008). Se conocen varias ediciones de esta segunda versión salustiana (1500 y 1519, Valladolid; 1529, Logroño; 1548, Medina del Campo; 1554, Amberes).
En el siglo XVII, Emanuel Sueyro, diplomático en Flandes de ascendencia portuguesa, tradujo nuevamente a Salustio. Esta nueva versión se imprimió en 1615 en Amberes, en el taller de Juan Keerberghio; a los pocos años, en 1632, se realizó una nueva edición en la imprenta madrileña de Francisco Martínez. La versión de Sueyro tuvo un gran éxito posterior; se imprimió en sucesivas ocasiones a finales del siglo XVIII (1786, 1796…). Pese a ello, en 1772 salió a la luz la que es hasta el momento la edición más lujosa de una traducción de Salustio, preparada por el infante Gabriel de Borbón. Esta edición fue publicada en Madrid con gran cuidado por la Imprenta Real; es bilingüe y en ella aparecen grabados de los mejores artistas de la época. La tirada no fue amplia debido a su alto coste, aunque se reservaron algunos ejemplares para personas célebres (López-Vidriero, 1996; Olaechea, 1997). En 1804, nuevamente en la Imprenta Real, se publicó la traducción salustiana del infante, aunque esta vez en una edición más austera que carecía de los grabados de la primera, y omitía uno de los paratextos fundamentales de la obra vinculado a La guerra de Jugurta que se comentará a continuación: la exposición explicativa de la lengua fenicia.
Detalle de la portada de la traducción de Gabriel de Borbón. Dentro de la primeras páginas de Cayo Salustio Crispo en español. Madrid: Imprenta Real. Disponible en: https://archive.org/details/A065087. Material provisto por la autora. Dominio público.
5. La mediación del texto: paratextos y aclaraciones de los traductores en La guerra de Jugurta
Siguiendo una definición amplia, podemos decir que se puede considerar paratexto toda aquella manifestación textual o visual que acompaña al cuerpo del texto con el fin de aclararlo, amplificarlo o estructurarlo. Suelen ser, por tanto, recursos que emplean los traductores o editores para mediar entre el texto creado por el escritor y el lector. Cuando el contexto político y social en el que se escribió la obra no coincide con el de los futuros lectores, es común encontrar, sobre todo en aquellas ediciones más pedagógicas, recursos paratextuales aclaratorios. Como es de esperar, estos han cambiado con el transcurso de los siglos. Así, si nos centramos en los ejemplos que se registran en las traducciones españolas de La guerra de Jugurta de Salustio, podemos observar cómo Vasco Ramírez de Guzmán añade información esclarecedora en su traducción a través de glosas en el cuerpo del texto. Veamos un ejemplo:
Dein singulas turmas et manipulos circumiens monet atque obtestatur (Jug. 49).
Vasco Ramírez de Guzmán (s. XV):
Desí a cada una de las quadrillas grandes e manípulos, que eran de cada dozientos onbres, requiriendo los amonestava.
En buena medida, gracias a la difusión de la imprenta, este tipo de glosas incorporadas en el cuerpo del texto se comenzaron a introducir en los márgenes, quizás porque suponen una inclusión menos abrupta y permiten una mayor extensión. De ahí que, en el corpus que estamos analizando, se incluyan paratextos como glosas al margen a partir de las ediciones del Siglo de Oro. Así ocurre en las ediciones del siglo XVI de la traducción de Vidal de Noya y en la versión española de 1615 de Sueyro. En la edición de 1772 de la traducción de Gabriel de Borbón esta información complementaria se recopila en unas extensas notas finales. De este modo, la mayor posibilidad de espacio y la menor alteración del texto autorial provocó que la información complementaria introducida por el traductor fuera cada vez más extensa y frecuente. Interesaba, pues, en los siglos XVII y XVIII que el lector pudiera profundizar en la obra de Salustio sin necesidad de consultar otras fuentes adicionales. Sirvan de ejemplo las siguientes versiones del mismo fragmento:
[…] quem locum Catabathmon incolae appellant. Mare saevum, importuosum; ager frugum fertilis, bonus pecori, arbori infecundus (Jug. 17)
Vasco Ramírez de Guzmán (s. XV):
e aquel lugar llaman los moradores Carabatmon, que quiere dezir descendimiento o subimiento.
Emanuel Sueyro (1615):
aquel valle que llaman los naturales Catabathmon (pág. 25).
Glosa al margen: “Carabathmon significa lo mismo que en Latin descensus, ò descendimiento, y de lo que escribe este lugar, y mas adelante Sallustio, confiriendolo con lo que dicen Iuan Leon, y Luis de Marmol, se infiere que se incluye en los desiertos de Barca, y para mayor claridad refiriré aquí las mismas palabras de Marmol: Desde los términos Orientales de la Provincia de Mesrata, que llamaron los antiguos Cyrenaica, comiença un desierto muy grande, que comúnmente llamamos Barca, los Alárabes de África le llaman Ceirat Barca, que quiere dezir el camino de la tempestad, por el qual se atraviesa para ir de Berberia a Egipto. Estiendese este desierto desde el cabo que los modernos llaman de Arraxiltin, que Ptolomeo llama Península grande, hasta Glauco Promontorio en los confines de Alexandria la vieja, por espacio de 450 leguas, y hacia medio día tiene de travesía más de 60 leguas.”
Gabriel de Borbón (1772):
con una gran llanura algo pendiente a la que los del país llaman Catabatmo (pág. 128).
Nota al final (15, pág. 310): “Esta (la Africa) confina por la parte oriental con una gran llanura algo pendiente, a la que los del País llaman Catabatmo. El nombre Griego se explica por sí mismo: descensus: declivis locus: declivitas […] y prueba que se havían comunicado a los Africanos de las imediaciones del Egipto algunas voces Griegas: lo que no pudo ser antes de la Era llamada de los Seleucidas; si ya no es que le tomasen de los de Cirene. Estefano pone el Catabatmo entre los Promontorios […] y Polibio (Excerpt. CXV) le dividen en dos, grande y pequeño, que es el más imediato al Egipto.”
Como se constata en los ejemplos, las notas finales de Gabriel de Borbón constituyen un espacio para la erudición donde el infante se permite recopilar toda la información por él conocida y compilada. Incluso acompaña algunas notas finales de grabados que, visualmente, complementan la explicación ofrecida. Véase, por ejemplo, las imágenes que ilustran en el aparato de notas los movimientos del ejército de Metelo relatados en La guerra de Jugurta:
Este deseo de indagación no se limita solo al campo de lo militar, sino que también se manifiesta en el ámbito cultural. Prueba de ello es el paratexto preparado por Pérez Bayer, mentor del infante, en exclusiva para la edición de 1772 titulado Del alfabeto y lengua de los Fenices y de sus colonias (335-378), donde se indaga en aspectos lingüísticos y culturales de los fenicios. Su contenido todavía hoy supone una gran contribución al conocimiento de la epigrafía fenicia (Vidal, 2013: 326).
6. Conclusiones
A través de las sucesivas traducciones de las obras de Salustio que se han elaborado al español desde el siglo XV al XVIII es posible valorar cómo una obra historiográfica de la Antigüedad clásica es adaptada y actualizada a los diferentes contextos de recepción. Debido al propio carácter político y militar de La guerra de Jugurta, los traductores de la obra han mediado entre el texto escrito por Salustio y la versión española ofrecida mediante la inclusión de glosas y otros elementos paratextuales que han complementado y enriquecido su lectura. Reparar en estos elementos ayuda a reconstruir el imaginario sobre la Antigüedad que se ha forjado a lo largo de los siglos y, sobre todo, permite indagar en la propia evolución de la transmisión de los textos desde su concepción hasta sus múltiples recepciones.
Fuentes primarias
- Sueyro, Emanuel (1615), Obras de Cayo Salustio Crispo. Amberes: Juan Keerberghio. Disponible en: http://bdh-rd.bne.es/viewer.vm?id=0000110734&page=1
- Borbón, Gabriel (1772), Cayo Salustio Crispo en español. Madrid: Imprenta Real. Disponible en: https://idus.us.es/handle//11441/114268
8. Bibliografía
- Avenoza, Gemma y Pérez Pacual, José Ignacio, "La traducción de Salustio obra de Vasco Ramírez de Guzmán", Studi Mediolatini e Volgari, XLI (1995): 9-26.
- Barrasús Herrero, Juan Carlos, “Retos y desafíos de la res publica en la obra historiográfica de Salustio. Las emociones políticas en la vida pública”, Daimon: Revista internacional de Filosofía, núm. extraordinario 5 (2016): 593-600.
- Carrera de la Red, Avelina, “Dos manifestaciones político-culturales del siglo XV español: las primeras traducciones castellanas de las monografías de Salustio”, La Corónica, 37 (2008): 73-110.
- Fernández Álvarez, María, Salustio en castellano: de los manuscritos bajomedievales a la imprenta. Edición y estudio lingüístico. Tesis doctoral. Universidad de Sevilla, 2023.
- González Rojas, Pablo, “Cayo Salustio Crispo, o de la defensa de la Historia”, Intus-legere historia, 7-2 (2013): 7-22.
- Hinojo, Gregorio, “Salustio”. Historia de la literatura latina. Carmen Codoñer (ed.). Madrid: Cátedra, 2017 [1997]. 280-290.
- Lluch Juncosa, Montserrat, “Editar el Jugurta català del segle XIV un plantejament metodològic”. Cultura Neolatina, 64.3-4 (2004): 559-592.
- López-Vidriero Abello, María Luisa, “Traducción y tramoya: el 'Salustio' de don Gabriel de Castilla”, Reales Sitios: Revista del Patrimonio Nacional, 129 (1996): 40-53.
- Miralles Maldonado, José, “Los discursos de Catilina: Sall., Cat. 20 y 58”. Emérita. Revista de Lingüística y Filología Clásica, 72-1 (2009): 57-78.
- Olaechea Labayen, Juan Bautista, “El infante Don Gabriel y el Impresor Ibarra en la obra cumbre de Salustio”. Arbor, 616 (1997): 99-130.
- Ruiz Casanova, José Francisco, Ensayo de una historia de la traducción en España. Madrid: Cátedra, 2018.
- Vidal Palomino, Jordi, "Francisco Pérez Bayer y los estudios de epigrafía fenicia", Aula Orientalis: Revista de estudios del Próximo Oriente Antiguo, 31.2, (2013): 323-332.
- Villalba Álvarez, Joaquín. “La industria como cualidad propia del historiador. Sobre la pervivencia de los proemios de Salustio en la Historiografía Latina del Renacimiento”, Talia Dixit: Revista Interdisciplinar de Retórica e Historiografía, 15 (2020): 57-75.
Ilustración del siglo XIX de autoría desconocida, tomada de la entrada del blog "¿Y qué hacemos con Jugurta?" de la autoría de García Cardiel (13 de diciembre, 2022) dentro del sitio web "La Noche más Oscura".
En http://lanochemasoscura.com/index.php/sonambulos/garcia-cardiel/hemeroskopeion/1145-jugurta. No se conocen restricciones de derechos de autor. Se repoduce aquí con propósitos educativos y de difusión.
1 Dentro de esta denominación se incluían territorios africanos, principalmente en la zona norte del continente, bajo el dominio de Roma. Entre ellos, se encontraba Numidia, reino bereber, que ocupaba el territorio que hoy pertenece a los países de Argelia y Túnez.