Artículo de divulgación
Filología y guerra: la lengua del enemigo en Palestina-Israel
Silvana Rabinovich
Universidad Nacional Autónoma de México
Instituto de Investigaciones Filológicas
silvanar@unam.mx
1. La guerra: una de las cuatro enfermedades de la palabra
En la década de 1960, el filósofo Eugen Rosenstock-Huessy publicó un libro inquietante al que tituló The Origin of Speech (1981). En él describió cuatro “enfermedades de la palabra” que denominó: guerra, revolución, decadencia y anarquía. Todas ellas aluden a la violencia en el lenguaje.
Primera enfermedad: La guerra. El autor la describe como aquella situación en la cual se vuelve imposible escuchar al enemigo. Hay palabras que, entre las poblaciones “enemigas” cobran significados opuestos. En el caso de Palestina-Israel, el significante “retorno” es el ejemplo más claro de un lenguaje “enfermo de guerra”. En árabe haq al ‘auda significa “derecho al retorno”. El hebreo jok hashvut designa a la “ley del retorno”, que fuera promulgada en 1950 por David Ben-Gurión, quien ocupara el cargo de primer ministro por primera vez desde la creación del Estado israelí en 1948. Si el primero reclama el legítimo derecho de la población palestina desplazada por la fuerza de sus hogares tiene por obstáculo a la segunda, que otorga a cualquier persona judía del mundo la ciudadanía y el derecho de habitar esa tierra por considerar que “retorna” después de un exilio milenario. Guerra de “retornos” que vuelve ley al despojo. Violencia colonial.
Fotografía de autoría desconocida alrededor de los años de 1947-1948, en momentos del establecimiento en territorio palestino del Estado de Israel. Tomada de 'Israel, Palestina y la guerra permanente', de Mariano Beldyk en el periódico digital Cara y Cara. No se conocen restricciones de derechos de autor. Se reproduce aquí con fines educativos y de difusión.
La segunda enfermedad de la palabra que ha sido detectada por el filósofo corresponde a la revolución, pues considera que es una etapa en la cual la palabra se presenta como un grito aún no articulado. En el caso que nos concierne, Palestina/Israel, un ejemplo es la Intifada, que en sus diversas etapas es un grito contra la voluntad de borramiento y amordazamiento ejercido por la hegemonía israelí. En octubre de 2023, la operación Inundación de Al Aqsa puede situarse como una escalada de ese grito no articulado, tras 17 años de haber estado sitiada y hacinada la población de la Franja de Gaza. Violencia anticolonialista.
Manifestantes palestinos lanzan piedras durante los disturbios ocasionados con las fuerzas israelíes en el barrio palestino de Shuafat, cercano al destacamento israelí de Ramat Shlomo, en el este de Jerusalem, en mayo 14 de 2021. Tomada de "Jerusalem Youth at the Forefront of 2021’s Unity Intifada", de Akram Salhab y Dahoud al-Ghoul, publicado en la plataforma Middle East Research and Information Project: Critical Coverage of the Middle East Since 1971. No se conocen restricciones de derechos de autor. Se reproduce aquí con propósitos educativos y de difusión
La tercera enfermedad del lenguaje es la tiranía. Rosenstock-Huessy la define como el lenguaje hiper-articulado de las instituciones, la lengua se vuelve mordaza y se reduce a la función censora y punitivista. El lenguaje de la dominación busca acallar el grito de la revolución y se encierra en un lenguaje militarista que dicta leyes y arrebata —bajo el manto de una exclusividad victimista— la legitimidad del reclamo moral del pueblo al cual oprime. Se manifiesta en leyes que sólo sirven para privar de derechos a los otros como es el caso de la mencionada Ley de Lealtad al Estado Judío (Balibar et al., 2009) o la que se conoce como Ley Nakba, y prohíbe manifestar duelo el día de la independencia de Israel (S. I., 2011). Un par de décadas antes, encontramos otro ejemplo en la aprobación, por parte de la Suprema Corte de Justicia de Israel, del uso de la tortura contra prisioneros palestinos (BTSELEM, 1997). La violencia del lenguaje en este caso disfraza a la tortura, para legitimarla, con el eufemismo “medida moderada de presión física”.
La cuarta y última de la lista, en esta clasificación nosológico-lingüística, es la anarquía. Se trata de un caso de descomposición de la palabra, la cual se vuelve estéril por el descrédito radical que la envuelve. En una sociedad en la cual todos mienten, la verdad pierde todo sentido pues siempre se miente para que alguien crea que la mentira es verdad. En este caso, el oído se endurece ante diversas expresiones de amonestación por parte de organismos internacionales (gubernamentales y no gubernamentales), de ONG’s de ambos bandos, acusándolos sea de “antisemitismo” (cuando son gentiles quienes las profieren) o de “autoodio” (cuando son pronunciadas por judíos). Cada vez que la prensa internacional osa criticar las políticas del Estado de Israel, es acusada de ensañamiento y de falta de objetividad. Actualmente, incluso la Corte Internacional de Justicia es señalada, por aquellos a quienes juzga, de genocidio.
Según Rosenstock-Huessy estas enfermedades suelen aparecer mezcladas, y esta no es la excepción. No se dan separadamente, sino que todos estos síntomas en el caso que nos ocupa, que transcurre en el escenario del hebreo bíblico secularizado, alcanzan desde hace tiempo un estado crítico (Cf. Rabinovich, 2021).
Para cada una de estas enfermedades (que suelen darse combinadas) Rosenstock prescribe un remedio:
- A la guerra como sordera, opone la paz como el deseo de escuchar. En este caso sería la potencia de la traducción: los judíos que inmigraron desde países árabes, en su experiencia milenaria de vida en sociedades musulmanas, eran los naturales traductores en ese proceso de inmigración, que no tuvo lugar por causa del orientalismo (cf. Said, 2003) —ideología propia del movimiento sionista que los llevó hasta Palestina— (cf. Sigal, 2006). La lengua de sus ancestros y tradiciones pasó a ser “la lengua del enemigo”. De esta manera, la lengua materna se redujo a la función instrumental e inmoral del espionaje.
Reproducción en la imagen de la izquierda de un folio del manuscrito en hebreo de la Biblia antigua traducido por Saadia Gaón hacia los siglos X y XI, donde se mezclan elementos de diversas variantes dialectales del judeoárabe. Dominio público.
A la derecha se presenta un manuscrito de la antigua lengua judeoárabe de hace más de mil años, presumiblemente escrito a mano por Maimónides. Biblioteca Nacional de Jerusalén, en "El idioma poco conocido que hablaban los judíos en el mundo árabe medieval" de Arí Hashomer, Noticias de Israel (1 de octubre de 2018). No se conocen restricciones de derechos de autor. Dominio público.
- A la revolución como grito, el filósofo opone el orden como la capacidad de formular: se trata de la tarea de buscar un diálogo que, sin embargo, la situación colonial fue volviendo contraproducente y que hoy requiere estrategias lingüísticas para cambiar la política de la lengua y el lenguaje de la política. Propongo esta estrategia como “utopía de la traducción”, empezando por la traducción al hebreo del concepto palestino de nakba (que denota un “más allá de la palabra”, que en árabe significa ‘catástrofe’).
- A la decadencia como estereotipo (un lenguaje tan hiperarticulado de la tiranía que se vuelve hipócrita), opone el rejuvenecimiento a través de nuevos representantes, esto es, la escucha de voces nuevas. Hoy puede reconocerse esta voz nueva en el mensaje descolonial que aportó la demanda de Sudáfrica ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya (UN, 2024) y que, por otro lado, se atrevieron a dar varios presidentes latinoamericanos tras la iniciativa de ruptura de relación con la potencia ocupante por parte, notoriamente, del presidente de Colombia Gustavo Petro, y la acusación de crímenes de guerra y lesa humanidad ante la Corte Penal Internacional (Valdés, 2024).
- A la crisis como mudez (en cuya soledad anárquica nada es más deseado que escuchar la interpelación de otro) opone el crédito como deseo de confiar. Esta es, quizás, una de las tareas más difíciles de imaginar hoy, tras 11 meses de un genocidio ininterrumpido (iniciado con la nakba, el siglo pasado) que ninguna autoridad internacional está logrando frenar.
Ahora bien, en Palestina-Israel la sintomatología de estas enfermedades tiene una causa común ligada al racismo (este último es inherente al colonialismo). La búsqueda de dicha causa nos remite a la relación de los judíos árabes con su lengua de origen, que les fue arrancada al inmigrar al flamante “Estado judío”.
Imagen de un mapa de la región palestina publicado en National Geographic. Disponible en "A National Geographic map of Palestine, 1947" en la plataforma Diplomatic Mission of Palestine, publicado el 14 de septiembre de 2016. No se conocen restricciones de derechos de autor. Se reproduce aquí para fines educativos y de difusión.
2. Arrancar la lengua. Historia de los judíos árabes
A pesar de que la hegemonía sionista haya tratado de instituir la incompatibilidad entre ser árabe y judío, una gran parte de la población judía, por generaciones, ha vivido en países árabes, esto es, en medios musulmanes. En Israel, esta identidad se volvió un tabú durante décadas (pues su lengua materna se reducía a ser “lengua del enemigo") (cf. Shohat, 2006; Shohat, 2017) pero cada vez más hijos israelíes de padres cuya lengua materna era el judeo-árabe se atreven a indagar en ella, incluso a crear y reflexionar. Es el caso de la pensadora de familia judía iraquí Ella Shohat, quien afirma que la lengua judeo-árabe refleja más de un milenio de “sincretismo judeo-islámico”. Este señalamiento cuestiona de raíz la oposición que pretende imponerse entre ambas religiones, procedentes de los hijos del patriarca Abraham/Ibrahim. Las comunidades judías araboparlantes leían en sus países la traducción de la Torá al judeo-árabe, a la cual Saadia Gaón, en el siglo X, definió como una interpretación (tafsir). Cada vez que lee esta versión en voz alta, el judío pronuncia las cuatro letras del nombre de Dios ya no como YHWH sino como Allah; al sacerdote no le llama cohen sino imam, o Moisés es nombrado como “rasul Allah” (‘enviado de Dios’). Otro ejemplo: en Deuteronomio 34:5, en esta versión ‘eved YHWH (‘el siervo de Dios’) se traduce igual.
Cabe destacar que, aun cuando los judíos se vieron obligados a emigrar al nuevo Estado de Israel desde los países árabes en los cuales vivieron durante más de un milenio, algunos conservaron esta traducción y leen el texto bíblico en versión trilingüe: hebreo, arameo y judeo-árabe. Este dato es esperanzador, pues en una misma página, la voz del texto sagrado aparece de las dos maneras, traduciendo expresiones entre el judaísmo y el islam.
Si bien la empresa colonial sionista intentó arrancar la lengua árabe judía de la memoria y reducir al árabe y el hebreo a lenguas y al judaísmo y al islam a religiones “enemigas”, y aunque logró —en una parte considerable de los hablantes— confinar su uso al espionaje, sabemos que la enemistad no es una característica de las lenguas, que están vivas y esto les permite resistir los embates coloniales para volver a florecer más lejos en el espacio y en el tiempo. Entre las y los poetas e intelectuales nacidos en Israel de familias provenientes de países árabes, hay una corriente que reivindica esas “promesas de la lengua” (de la cual podríamos decir, como suele repetirse en México en situaciones de injusticia, que quisieron enterrarla, pero no sabían que era semilla…). Conscientes de que las lenguas nunca son “enemigas” (ni tampoco las religiones, sino las personas que dirigen las instituciones), estos intelectuales señalan la debilidad del mito colonialista.
3. Para concluir: el humus de la filología en judeo-árabe, una semilla que germina lejos
Además de la traducción bíblica de Saadia Gaón mencionada más arriba, hay un libro especialmente apreciado por las comunidades judías del mundo, traducido a muchas lenguas. Se trata de una obra del siglo XI escrita en Zaragoza, en lengua judeo-árabe, por Bahya Ibn Paqüda: El libro de los deberes de los corazones. Cabe recordar que también La guía de los perplejos, del filósofo Maimónides, fue escrita en esa lengua. Estos textos guardaron en su tierra fértil las semillas utópicas de la traducción entre la Biblia hebrea y el Corán. Se trata de libros antiguos cargados de futuro, esto es, de promesas y utopías que tienen la potencia de redimir a la humanidad de las pesadillas creadas en el presente y el pasado reciente por una teología política nacional colonialista que ya no se preocupa por esconder su rostro genocida.
Por último, siguiendo la nosología propuesta por Rosenstock-Huessy y la breve explicación sobre la contradictoria situación en la que se encontraron los inmigrantes judíos que llegaron a Palestina desde países árabes, considero que hay una esperanza de cura. Ésta se encuentra en el arco transgeneracional que va de aquellos abuelos inmigrantes cuya lengua avergonzó a los hijos porque se les impuso como “lengua del enemigo”, y que por esa razón no la transmitieron a los nietos. Si bien muchos nietos creen aún hoy que una lengua puede reducirse a un arma de guerra, son cada vez más los que se animan a recuperar esa herencia sofocada por el reduccionismo colonialista y hacerla germinar. Más allá de que haya una filología orientalista que pretenda encasillar al judeo-árabe medieval como una lengua del pasado, intelectuales de la tercera generación se rehúsan al reduccionismo colonial y dan renovada vida a la lengua de sus abuelos teniendo a la filología como tierra fértil para una forma genuina de tejer paz.
Imagen del manuscrito de la llamada "Biblia hebrea", en la lengua mezclada entre hebreo antiguo, arameo y algunos otros dialectos del judeo-árabe, que corresponde al Antiguo Testamento. Se conocen también como los manuscritos de la Biblia Masorética. Mientras que el Nuevo Testamento proviene de manuscritos del griego. Dominio público.
Versión manuscrita del Corán escrito aproximadamente hace mil cuatroscientos años. Originalmente escrito en árabe, contiene mezclas de de elementos dialectales de la llamada lengua "judeo-árabe". Como libro sagrado del islam, los musulmanes lo consideran la palabra revelada de Dios a Mahoma a través del arcángel Gabriel. Dominio público.
Referencias
- Balibar, E., R. Brauman et al. Antisemitismo: el intolerable chantaje. Israel-Palestina ¿una cuestión francesa? Editorial Canaán: Buenos Aires, 2009.
- BTSELEM. The Israeli Information Center for Human Rights. “Legitimizing Torture: The Israeli High Court of Justice Rulings in the Bilbeisi, Hamdan and Mubarak Cases”, 1997. Disponible en: https://www.btselem.org/publications/summaries/199701_legitimizing_torture [16/02/2011].
- Naciones Unidas. Centro Regional de Información. “Justicia internacional: la denuncia sudafricana contra Israel por ‘genocidio’ en Gaza. Disponible en: https://unric.org/es/denuncia-sudafricana-contra-israel-por-genocidio-en-gaza/. [16/02/2011].
- Nagar-Ron, Sigal. “La historia tal como mi abuela me la contó”, en Acta Poética, vol. 27, núm. 2 (2006), pp. 195-217.
- Rabinovich, Silvana. La Biblia y el dron. Sobre usos y abusos de figuras bíblicas en el discurso político de Israel. Ciudad de México / Rosario: Casagrande / Último recurso / Heredad, 2021.
- Rosenstock-Huessy, Eugen, The Origin of Speech. Norwich: Argo Books, 1981.
- Said, Edward. Orientalismo. Barcelona: Anagrama, 2003.
- Shohat, Ella. Taboo Memories: Diasporic Voices. Durham / Londres: Duke University Press, 2006.
- Shohat, Ella. On the Arab-Jew, Palestine, and Other Displacements. Selected Writings, Londres: Pluto Press, 2017.
- State of Israel [S. I.]. “Budget Principles Law (Amendment 39) – Reducing Budgetary Support for Activities Contrary to the Principles of the State, 5770-2010”. Disponible en: https://law.acri.org.il/en/2011/03/22/final-vote-on-nakba-law-and-acceptance-to-communities-bill/ [07/08/2024].
- Valdés, Ivonne. “México y Chile piden a la Corte Penal Internacional que investigue posibles crímenes de guerra en Gaza”, 2024. Disponible en: https://cnnespanol.cnn.com/2024/01/18/mexico-chile-corte-penal-internacional-crimenes-territorios-palestinos-trax/ .
Si te interesó el tema del artículo, te invitamos a escuchar ejemplos de las diferencias fonéticas de las lenguas descritas:
Arameo, dialecto judeo-árabe
Hebreo antiguo
Hebreo israelí
Los tres audios fueron extraídos de la plataforma YouTube en el podcast "¿Como sonaban los antiguos idiomas (Antiguas Civilizaciones)?". Por tratarse de fragmentos, con propósitos ilustrativos del texto para su mejor comprensión, con fines educativos y de difusión, se exhibe según los términos de la segunda condición del numeral 2 de sus Términos de servicio: "You are a small-scale production company, non-profit, or artist, in which case you may use the YouTube Service to showcase or promote your own creative works", así como del acuerdo establecido en el numeral 9.1 de YouTube respecto a las Licencias para otros usuarios, mediante el que el creador de obra o los detentores de los derechos patrimoniales, "grant all users of the YouTube Service permission to view your videos [or listen the audios] for their personal, non-commercial purposes. This includes the right to copy and make derivative works from the videos solely to the extent necessary to view the videos"
Composición fotográfica de autoría desconocida. Tomada de 'Israel, Palestina y la guerra permanente', de Mariano Beldyk, del periódico digital Cara y Cara. No se conocen restricciones de derechos de autor. Se reproduce aquí con fines educativos y de difusión.