Ensayo


¡Hey familia, danzón dedicado a Miguel Failde!

 


David García Pérez
Universidad Nacional Autónoma de México
Instituto de Investigaciones Filológicas
hyperion0z@yahoo.com

 

En los salones de baile de Yucatán, de Veracruz, de la Ciudad de México, y de todo aquel espacio en el que el danzón era música habitual, la frase ¡Hey familia, danzón dedicado a…! marcaba —quizá aún lo siga haciendo al menos en los recuerdos— el punto de arranque para que las danzoneras iniciaran la ejecución de alguna pieza que estaba dirigida como homenaje o como remembranza a alguien en especial. El animador anunciaba de ese modo el introito del danzón y el público se dirigía a la pista para ejecutar sus mejores pasos.A diferencia de otros ritmos de los llamados bailes de salón, el danzón se distinguió con el paso del tiempo en una celebración que era anunciada para agasajar al conjunto de los asistentes al “palacio del baile fino”, como Carlos Monsiváis llamó al salón danzonero (1976), y de este modo rememorar y marcar el inicio del ritual del danzón, esto es, el principio de la melodía donde los metales impelían a los cuerpos, la seducción de los danzantes cobijados por las notas acompasadas del piano, el clarinete, la flauta, la trompeta, el güiro y los timbales, acaso los instrumentos musicales básicos para el danzón. Sin duda, tal es la comprensión que María Novaro imprimió a su filme Danzón (1991). En efecto, esta manera de celebrar, representa el crisol de la música, del baile y de la convivencia, en suma, la manifestación plena del afromestizaje. La cuna del danzón fue Matanzas, pues ahí Miguel Failde transmutó, con la alquimia de sus dotes musicales, la contradanza y su versión habanera para dar paso a esa nueva composición y apreciación musical. En 1879, en el Liceo Artístico y Literario de Matanzas (hoy Sala de Conciertos José White), se escuchó por vez primera “Las alturas de Simpson”, pieza que fue el cimiento de una tradición danzonera que llega hasta nuestro días, no sin antes pasar por variaciones que se acoplan con otras estructuras musicales como el danzonete y el son. En todo caso, la música es un río sonoro donde vamos todos.

Pues bien, en ese devenir musical, el danzón ha continuado su camino y ha sido celebrado con una nueva versión de “Danzón para la espera”, pieza en la que Silvio Rodríguez, junto con la Orquesta Failde, rememora al creador del danzón y con ello a una raigambre musical que originalmente convivía con guarachas, guajiras y puntas de clave, entre otros ritmos (Carpentier, 2004: 160-161). Así, este son montuno de El Escaramujo bien puede ser anunciado, de acuerdo con el uso mexicano, al grito de “Hey familia, danzón dedicado a Miguel Failde”, e iniciar el deleite del oído con los instrumentos, donde sobresale la armonía de la flauta, los violines y los metales en la magnífica ejecución de la Orquesta Failde bajo la batuta del tataranieto de don Miguel, el joven ejecutante y director Ethiel Failde.

Senderosfilologicos · Danzon. Las alturas de Simpson (1879)

Fragtmento de la canción Las alturas de Simpson de Miguel Failde, extraído de la plataforma YouTube, considerado uno de los primeros ejemplos del danzón cubano. Ejecución a cargo de Cheo Belen Puig. Por tratarse de un fragmento, con propósitos ilustrativos del texto para su mejor comprensión, con fines educativos y de difusión, se exhibe según los términos de la segunda condición del numeral 2 de sus Términos de servicio: "You are a small-scale production company, non-profit, or artist, in which case you may use the YouTube Service to showcase or promote your own creative works", así como del acuerdo establecido en el numeral 9.1 de YouTube respecto a las Licencias para otros usuarios, mediante el que el creador de obra, en este caso de la pieza musical, o los detentores de los derechos patrimoniales, "grant all users of the YouTube Service permission to view your (musical) videos for their personal, non-commercial purposes. This includes the right to copy and make derivative works from the videos solely to the extent necessary to view the videos"

Silvio Rodríguez es un poeta al estilo de los antiguos bardos: sus canciones yacen en la base de metáforas inusitadas que deslumbran la imaginación al trasladar al oyente a otros espacios. Las metamorfosis del recuerdo adquieren en sus canciones la posibilidad de hallarse en aquellos momentos ya idos o en otros en los que la utopía es verosímil sólo con la potencia de su música. “Danzón para la espera”, en efecto, es una secuencia de figuras donde la nostalgia de la partida es el inicio de una nueva era, pues con esta pieza se acude al origen de la creación de Miguel Failde, tanto por el reconocimiento al músico que no olvida que la poesía es armonía, como por lograr con imágenes poéticas que recrean las utopías en las que dos cuerpos se acoplan haciendo figuras en la pista de baile. La mirada de Silvio es la de la nostalgia, la de la sucesión del danzón al montuno, y de este son a la despedida nunca acabada, siempre en potencia, porque ambos ritmos acaso tienen un mismo origen: “un cinquillo en un salón binario”, la lenta sucesión de las cinco notas musicales y su abreviatura que marca la secuencia del dan(z/s)on, del son que danza en binario. O de otra forma: danzón y son en la evolución de la contradanza, como si en la pista de baile uno despidiera a otro y éste nunca acaba(rá) de irse. Sin duda, bailar danzón también puede entenderse como el cinquillo binario en su resolución: de las filas de los danzantes de la contradanza a la pareja que a fines del siglo XIX aprendió a bailar cuerpo a cuerpo para acoplar el compás del 2/4.

El danzón va pues en busca de don Miguel, el sinsonte de Matanzas, para lograr que las almas de los solitarios puedan hallar su centro en los elementos esenciales de la música y el baile, un proceso que lleva al pasado para “empezar de cero” con el fulgor de la esperanza. Recordar que el danzón se va es traerlo nuevamente a la memoria, a las notas de las danzoneras, al dos por cuatro en las florituras de los pasos que acarician la pista, en el montuno como vitalidad bailable del danzón. El son que baja del monte es una manera de entender el movimiento perpetuo de la música al marcar la partida que siempre arriba del danzón. Habría que observar que la poética de Silvio Rodríguez es, en efecto, la de los contrastes que revelan la secuencia, el diálogo y la dinámica de lo descrito: el danzón del son / el son del danzón.

El danzón emprende la vuelta al origen cuando busca a Miguel Failde, y lo ha hallado en la ejecución del montuno de Silvio, con su voz, inspiración y presencia, en armónica conjunción con la Orquesta Failde. El sucesor del creador del danzón, Ethiel Failde, es el que ha dado con la clave al producir, junto con Pedro Pablo Cruz, esta magnífica versión que funde el ritmo del “danzón cuando del monte baja un son” (Rodríguez: 2024).

Fragmento extraído de la plataforma YouTube de Danzón para la espera, letra y música compuesta por Silvio Rodríguez y ejecutada en conjunto con la Orquesta Failde, de Ethiel Failde. Por tratarse de un fragmento, con propósitos ilustrativos del texto para su mejor comprensión, con fines educativos y de difusión, se exhibe según los términos de la segunda condición del numeral 2 de sus Términos de servicio: "You are a small-scale production company, non-profit, or artist, in which case you may use the YouTube Service to showcase or promote your own creative works", así como del acuerdo establecido en el numeral 9.1 de YouTube respecto a las Licencias para otros usuarios, mediante el que el creador de obra, en este caso de la pieza musical, o los detentores de los derechos patrimoniales, "grant all users of the YouTube Service permission to view your (musical) videos for their personal, non-commercial purposes. This includes the right to copy and make derivative works from the videos solely to the extent necessary to view the videos"





Fragmento de la portada del disco Para la espera de Silvio Rodríguez y Orquesta Failde, 2024. Material fotografiado por el propietario del álbum discográfico. No se conocen restricciciones de derechos de autor.


























Y así pues, cobra sentido aquello que quizá puede ser escuchado en algún momento en voz y flauta de Ethiel: “Hey familia, danzón dedicado a Miguel Failde”, para escanciar el “Danzón para la espera” con “Las alturas de Simpson” como copa que vierte el líquido sabor del cinquillo binario.

Referencias

  • Carpentier, Alejo. La música en Cuba, La Habana: Letras Cubanas, 2004.
  • Monsiváis, Carlos. “El palacio del baile fino”, Proceso https://www.proceso.com.mx/cultura/2023/5/4/el-palacio-del-baile-fino-el- primer-articulo-de-carlos-monsivais-en-proceso-306481.html (4 de mayo de 2023).
  • Faílde, Miguel, “Las alturas de Simpson”, Matanzas, s/d., 1879.
  • Rodríguez, Silvio, Para la espera, La Habana: Estudios Ojalá, 2020.
  • Rodríguez, Silvio y Orquesta Faílde, “Danzón para la espera”, 2024.

 

Fotografía de autoría desconocida tomada de la página web Con Luz Propia de Tamara Mayo, El baile del danzón'. En https://conluzpropia.net/blog/baile-del-danzon/. No se conocen restricciones de derechos de autor. Se repoduce aquí con propósitos educativos y de difusión.